1.- En San Valentín una se levantaba tarde y remoloneaba en
la cama con el pater, desayunaba en barra libre de carbohidratos y tenía una
maravillosa entrada en el Día de los Enamorados. En San Valentín, ahora, la
despiertan dos pelirrojos chillones a las siete menos cuarto de la mañana
abolillándole las caderas y la sacan de la cama a empujones para colocar
calcetines y preparar desayunos y comerse un mendrugo de pan de centeno con
pavo de plástico, con los pelos de Belén Rueda en los Goya y la mala leche de
Mila Ximénez.
2.- En San Valentín, a una la llevaban a comer a un sitio
bonito, rodeada de flores y agasajos y una se colocaba el modelito preparado
para la ocasión cual modelo de revista. Ahora la llevan al mcdonalds en familia
para ser víctima de una lucha cuerpo a cuerpo de patatas Deluxe y ketchup,
restos de Danonino en el pelo y lanzamiento de Kittys y Tortugas Ninja a otros
comensales. Todo ello, en vaqueros, sudadera y zapatillas por si hay que salir
corriendo y unas gafas de viuda italiana para ocultar las ojeras de esta
ingrata vida maternal.
3.- En San Valentín, una iba a ver una película romántica y
a hacer manitas en el cine con el pater. No a ver Zootrópolis con pelirrojos y
salir cuatro veces por minuto al baño y acabar con palomitas de caramelo
incrustadas en el sujetador.
4.- En San Valentín, una iba a pasear o a tomar una copa ‘u
dos’ a una bonita terraza a hacerse la interesante y moverse el pelo a lo
Carmina Ordóñez. Ahora tiene que pasarse la tarde estudiando con la pelirroja
los vivíparos, los ovíparos y las partes de un dinosaurio en inglés.
5.- Eso sí, en San Valentín antes sólo tenía los regalos de
pater y ahora, además, tengo un dibujo en el que parezco una bruja de los 80 o
una gitana canastera con el pelo hasta los tobillos y ojos desquiciados, pero
que está lleno de corazones y estrellas deformes y preciosas, una carta de amor
llena de faltas de ortografía y palabras inventadas y una piruleta en forma de
corazón que luego me han quitado y me han devuelto chupada. Eso sí que es
amor del bueno. Anda que no.